El alemán Sebastian Vettel, considerado como un diamante en bruto en la Fórmula 1, justificó su reputación al convertirse en el más joven campeón del mundo de la historia de este deporte, tras ganar este domingo en Abu Dabi, en su tercera temporada en la disciplina.
A sus 23 años, 4 meses y 11 días, el alemán supera al británico Lewis Hamilton, campeón en 2008 a la edad de 23 años, 10 meses y 26 días, que había a su vez arrebatado al récord de precocidad al español Fernando Alonso, coronado en 2005 con 24 años, 1 mes y 27 días.
Nada asombroso para este joven nacido en 1987 en Heppenheim, cerca del circuito de Fórmula 1 de Hockenheim, que subió escalones en este deporte más pronto que sus rivales.
Vettel realizó su primer test en Fórmula 1 cuando sólo tenía 18 años. Elegido tercer piloto de BMW Sauber en 2006, sustituyó al año siguiente a Robert Kubica en Indianápolis, después de que el polaco se lesionara en Montreal y se convirtió en el más joven piloto en lograr un punto en su primer gran premio.
Tras pasar a Toro Rosso a mediados de 2007, batió un nuevo récord de precocidad en Japón, siendo el más joven en liderar una carrera, antes de tener un accidente con el australiano Mark Webber, su actual compañero en Red Bull.
En 2008, logró la 'pole position' y después la victoria más precoz de la historia de la Fórmula 1 en el Gran Premio de Italia. "Es un chico al que le gusta ganar, nada más. El dinero, la prensa, el glamour no le interesan. Sólo quiere la victoria. Tiene eso dentro de él, la rabia de los campeones. Eso es lo que le hace diferente", explicó Eduard Castillo, un mecánico de Toro Rosso al diario español La Vanguardia.
En 2009, Vettel, apodado Seb o Vitello (ternero) en la pequeña escudería italiana, se va a Red Bull, el equipo madre de Toro Rosso y necesita sólo tres carreras para ofrecer la primera victoria de la historia a su nueva casa, pero ternina segundo el Mundial detrás de Jenson Button (Brawn GP).
Este año, el alemán de rubios rizos de adolescente quiere tomarse la revancha. Colocado como favorito del Campeonato, no todo es fácil en 2010 ya que encadena altos y bajos. Impresiona en las calificaciones, logrando 10 'pole position' en 19 carreras, pero su Red Bull le falla demasiadas veces, mientras que su compañero Mark Webber, con quien mantiene una relación tormentosa, parece tener mejor suerte en las carreras.
Descrito por Eduard Castillo como alguien "simple", "humilde como sus padres, que es gente modesta", "muy divertido", este "aficionado a los aviones frustrado", según el mecánico español, que acostumbra hacer reir a sus próximos, ha forjado una imagen un poco distorsionada por su rivalidad con Webber.
Pero todo quedó atrás, ya que consiguió ser campeón, antes que nadie. Y no quiere pararse ahí.
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