PUERTO PLATA.- Ante el hacinamiento y la falta de espacio existente en la cárcel preventiva de esta ciudad, la Procuraduría General de la Republica dispuso el traslado de decenas ciudadanos que guardan prisión preventiva en ese lugar.
Se supo de forma extraoficial, que estos reclusos preventivos, alrededor de unos 65, serán llevados a las cárceles de Moca, San Francisco, La Vega, Montecristi y Rafey en Santiago.
El traslado de estos reos se produjo con un gran aparataje de agentes policiales portando armas largas, perros amaestrados, autobuses de la Procuraduría General de la Republica, además de varios vehículos policiales que cerraron el transito por más de una hora la calle Beller.
Esta acción “corrió como reguero de pólvora” en Puerto Plata, por lo que al cabo de unos minutos, se presentaron parientes de los detenidos preventivos buscando referencias sobre a cual destino serán llevados sus familiares privados de su libertad.
Se destaca que muchos de estos presos preventivos, presentan una deplorable apariencia física mientras que su aspecto de salud es horrible ya que varios presentan llagas en su piel emanando secreciones y tienen hasta dificultades para caminar.
En tanto que la Procuradora Fiscal Titular de Puerto Plata, magistrada Alba Núñez Pichardo dijo que “se decidió trasladar los reclusos que tienen medidas de coerción de prisión preventiva a otras cárceles de la región, ya que se tenemos en carpeta cerrar de forma definitiva esta prisión enclavada en el mismo centro de Puerto Plata”.
Se destaca que desde hace más de tres años la Comisión Provincial de los derechos Humanos que representa el licenciado José Artiles, la seccional local del Colegio de Abogados entre otras entidades solicitaron la clausura de la cárcel preventiva de Puerto Plata la cual fue definida como “un cementerio de hombres vivos”.
Debido a las condiciones inhumanas en que opera esta prisión preventiva en el viejo edificio donde funcionaba el palacio de justicia murieron unos cuatro reclusos los cuales fueron asesinados por sus propios compañeros de celda.
La cárcel preventiva de la calle Beller en esta ciudad, también se convirtió en un centro para realizar acciones de corrupción entre los agentes policiales y los familiares de los reclusos ya que hasta para pasar una comida al interior de la misma había que pagar lo que fue denunciado con vehemencia ante el Ministerio Publico y la Dirección General de Prisiones.
Por: Antonio Heredia
Por: Antonio Heredia
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