Puerto Plata.- Unos 18 reclusos de la cárcel preventiva de Puerto Plata fueron sacados desmayados por el excesivo calor y llevados moribundos de emergencia al hospital Ricardo Limardo.
Se informó que el grupo de reclusos tuvieron que ser auxiliados por los agentes policiales que solo atinaron a cargarlos como sacos de víveres o hierros viejos colocándolo en una camioneta policial para llevarlo al centro de salud del Estado.
Entre los presos desmayados se encuentran tres mujeres que presentaban signos de asfixia debido al estado de hacinamiento y la falta de espacio existente en la cárcel preventiva de la calle Beller donde antes funcionó el Palacio de Justicia ya que en un curto de apenas 7 metros cuadrados se encuentran unos 75 presos, sin agua luz, ni ventilación.
En tanto que el Presidente de la Comisión Provincial de los Derechos Humanos, profesor Jose Artiles advirtió que en la referida cárcel preventiva hay un estado de infección y contagio de varias enfermedades que de no ser atendidas con rapidez por las autoridades puede degenerar en una desgracia de infinitas circunstancias.
Artiles recordó que ya van dos reclusos que han muerto por las condiciones inhumanas presentes en esa cárcel como fueron Carlos Daniel Reyes Pimentel (El Mocho) de unos 38 años y el joven haitiano Joseph Pie de 26 años de edad quienes murieron a causa de paros cardíacos por el excesivo calor y las reyertas a golpes que con frecuencia se suscitan.
El grupo de presos preventivos desmayados fueron atendidos en el área de emergencia del hospital Ricardo Limardo, donde los médicos que los atendieron dijeron que presentan signos de asfixia a consecuencia del calor sofocante sumado al estado de hacinamiento en que sobreviven.
Finalmente, se afirma que son unas 88 personas que se encuentran detenidas en la cárcel preventiva de Puerto Plata la cual esta capacitada para albergar solo 20, situación que es conocida por las autoridades de la Dirección General de Prisiones y del Ministerio Publico pero hasta el momento no han hecho nada al respecto.
Por Antonio Heredia
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