Antes de salir a trabajar, Vladimir Guerrero llena varios envases con un plato típico de la cocina dominicana: arroz con pollo y habichuelas.
Varios compañeros hambrientos lo esperan en el estadio de los Angelinos. Poco después que desempaca la comida, John Lackey se sirve arroz con habichuelas, mientras Ervin Santana se llena el plato hasta que no queda espacio.
El talento de Altagracia Alvino no es ningún secreto en el camerino de los Angelinos y en muchos otros alrededor de las Grandes Ligas: la madre de Guerrero sabe cocinar muy bien.
"Es la mejor", dijo el intermedista de los Yanquis de Nueva York y compatriota dominicano de Guerrero, Robinson Canó. Canó recibe un plato de la comida de Alvino con su nombre escrito cada vez que los Yanquis visitan a los Angelinos. Leer más...
Varios compañeros hambrientos lo esperan en el estadio de los Angelinos. Poco después que desempaca la comida, John Lackey se sirve arroz con habichuelas, mientras Ervin Santana se llena el plato hasta que no queda espacio.
El talento de Altagracia Alvino no es ningún secreto en el camerino de los Angelinos y en muchos otros alrededor de las Grandes Ligas: la madre de Guerrero sabe cocinar muy bien.
"Es la mejor", dijo el intermedista de los Yanquis de Nueva York y compatriota dominicano de Guerrero, Robinson Canó. Canó recibe un plato de la comida de Alvino con su nombre escrito cada vez que los Yanquis visitan a los Angelinos. Leer más...
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