De acuerdo al informe policial, Richardson conducía el domingo por la noche a 90 kilómetros por hora, en una zona con límite de 65 km/h, y llevaba dentro del vehículo a su hijo de tres años sin estar sentado en la silla reglamentaria.
Cuando los agentes del orden lo siguieron, el jugador aumentó la velocidad hasta 150 kilómetros en una zona en la que el límite era de 60 kilómetros por hora.
Los agentes dijeron que Richardson admitió el exceso de velocidad y se identificó como un jugador de los Suns, mientras que vieron que dentro del vehículo iba un niño --su hijo--, que no estaba sentado en la silla reglamentaria.Imprimir
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