10:18 a. m.
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PUERTO PLATA/República Dominicana.-En una casa a orillas de la carretera doña Ramona Tejada lava la ropa de su familia sin tener que cargar el agua, como en otros tiempos, desde arroyos de las montañas cercanas.
Ella, a 15 kilómetros de una de las más prósperas ciudades del país, Puerto Plata, valora el servicio como un logro excepcional que la acercó a la vida urbana.
Para que el agua llegara hasta su grifo, no bastó con que existieran ayuntamientos y autoridades nacionales como el Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado. El asunto es más complejo. Fue necesario que se desarrollara un proceso comunitario a partir de 1990, en el que interactuaron principalmente asociaciones civiles de la provincia, el entonces senador Max Puig y los síndicos.
El proyecto fue liderado por Foro Social, una organización que aglutinó a las asociaciones civiles y concertó con los partidos y la cooperación internacional europea, a través de los antiguos fondos de Lome IV.
El trabajo trascendió las pequeñas obras comunitarias, como el acueducto del que se beneficia doña Ramona. Ha influido de manera directa en la mejoría de la educación pública en la provincia.
El actual director del Foro Social, Germán Balbuena, cuenta que gracias al financiamiento europeo y a los acuerdos con instituciones nacionales, se realizó un programa que incluyó la construcción de 85 pequeñas escuelas en comunidades rurales. Además, se crearon y fortalecieron las asociaciones de padres, madres y amigos de las escuelas y se trabajó por una mayor interacción con los maestros.
Este proyecto fue premiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como un ejemplo de intervención en temas comunitarios en América Latina y el Caribe. En parte, gracias a ese trabajo que fue continuo durante al menos 10 años, Puerto Plata ocupa el lugar número siete, entre 32 demarcaciones geográficas en el "Índice de Empoderamiento en Educación", lo cual ha influido en que sea la quinta provincia con mejor "Índice de Empoderamiento Individual" que mide el acceso a servicios y el poder adquisitivo, según el Informe de Desarrollo Humano 2008 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Rosa Cañete, de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD, destaca de ese proceso la celebración de los festivales culturales, que ayudaron a que la comunidad se identificara con el turismo, a través de industrias como el carnaval y la artesanía. Aunque la celebración de los festivales culturales fue interrumpida, según el informe, Balbuena explica que se reactivará con la celebración de un festival cultural en noviembre de este año.
El proyecto, sin embargo, ha tenido dificultades para ser sostenible, admite Balbuena, porque el Foro Social, que cuatro años después de su creación terminó convertido en una ONG, no pudo obtener financiamiento internacional a gran escala. El dirigente opina que aunque las organizaciones se han fortalecido y han aprendido a integrarse, todavía es necesario que maduren y aprendan a definir mejor sus objetivos.
La desidia de las autoridades en la provincia se evidencia en servicios que no cuentan con grandes intervenciones comunitarias, como la sanidad. La provincia figura entre las 10 con peores indicadores de salud.
El relativo bienestar de Puerto Plata también se relaciona con su alta generación de recursos, comparada con la mayoría de las provincias, y la manera menos excluyente de repartir el ingreso.
Puerto Plata aprovecha además sus potencialidades económicas de acuerdo con lo que se espera de ella, según el informe. Esto significa que no tiene ingresos extraordinarios para su capacidad, pero tampoco está por debajo de lo esperado dada su infraestructura y sus actividades. Su ingreso per cápita al mes está en el rango medio alto del país: RD$4,748, y es la novena provincia menos pobre, en parte gracias al turismo, su principal actividad económica.
Las razones por las que Puerto Plata presenta menos desigualdad en el ingreso con respecto a otras provincias no están estudiadas a fondo por el PNUD, aunque su turismo está dominado por los "resorts", como sucede en Higüey, consolidado como un modelo de alta generación de ingresos, pero muy excluyente, según el mismo estudio. El organismo tiene previsto elaborar un informe provincial.
Como en otros sitios, se debate la integración del turismo a la comunidad. El encargado de Recuperación del Centro Histórico, Vittorio Bedin, que también es dueño de un importante restaurante del pueblo, está preocupado porque la ciudad no tiene condiciones para que el turismo deje beneficios directos a la comunidad. Actualmente el Cabildo y el Clúster Turístico intentan aplicar un plan para que existan atractivos culturales y de diversión.
Fuente: Clave Digital
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