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16 jun 2008

Lakers obligan a jugar en Boston


Empaquen el trofeo de campeón y programen un vuelo de regreso a Boston, pues la serie final por el campeonato de la NBA aún no ha terminado.

Los Angeles Lakers, apoyados en una ofensiva de 25 puntos de Kobe Bryant, que incluyó una volcada crucial en el último minuto, derrotaron la noche del domingo por 103-98 a los Boston Celtics.

Ahora los Lakers se encaminan a Boston con el objetivo de lograr una remontada histórica.

Los Lakers, con un conjunto cargado de estrellas y jugando con un gran orgullo en su propia arena, impidieron que los Celtics alcanzaran su 17mo triunfo en Los Angeles y con ello se aproximaron a 3-2 en la serie por el campeonato, al ganar cuatro de un máximo de siete partidos.

Hasta ahora, ningún equipo ha logrado remontar una desventaja de 3-1 en la serie para coronarse.

Los primeros 28 equipos han fracasado en su intento y ahora los Lakers, que dilapidaron una ventaja de 24 puntos en el cuarto partido de la serie para terminar perdiendo, casi dejan escapar otra ventaja de 19 puntos en el quinto, pero lograron finalmente conservarla y ahora buscarán conseguir una hazaña en patio ajeno, en una serie de campeonato cargada de historia.

La siguiente meta: ganar en el piso de parquet de la arena de los Celtics el martes por la noche para obligar al séptimo y definitivo partido de la serie, donde todo será posible, sobre todo si Bryant, que fue el mejor jugador del partido, está en la duela.

"Ya hemos ganado como visitantes. Hemos jugado anteriormente en ambientes difíciles", dijo Bryant.

Sin embargo, el Jugador Más Valioso de la liga, quien pasó buena parte del verano pasado reclamándole a la gerencia ayuda para lograr su cuarto campeonato, contó con el apoyo necesario para ampliar cuando menos por un juego más la temporada de la NBA.

El español Pau Gasol anotó 19 puntos y atrapó 13 rebotes, Odom aportó 11 rebotes y cuatro bloqueos y Derek Fisher agregó 15 puntos.

"Fuimos agresivos. Jugamos duro", dijo el entrenador de los Lakers, Phil Jackson. "No jugamos inteligentemente todo el tiempo, pero jugamos con fuerza".

Paul Pierce encabezó a los Celtics con 38 puntos, Kevin Garnett agregó 13 puntos y 14 rebotes, y Ray Allen tuvo 16 puntos. Pero los tres grandes de Boston no pudieron concretar la que hubiera sido su primera victoria en barrida en playoffs, aunque ahora podrían lograrlo en casa.

"Los muchachos se siente desanimados y molestos porque pudieron haberlo logrado, y debieron de haberlo hecho", dijo el entrenador de los Celtics, Doc Rivers. "Jugamos todo el año para tener la ventaja como locales".

Luego de anotar 15 puntos en el primer período, Bryant terminó con apenas ocho de 21 tiros acertados, pero a pesar de ello condujo un robo de capital importancia, quitándole la pelota a Paul Pierce y corriendo para clavar el balón con dos manos cuando quedaban 37,4 segundos por jugarse.

"Estaba siguiendo la jugada y pude ponerle las manos al balón e ir a meter una clavada", dijo Bryant.

Los Celtics pidieron un tiempo extra, el actor Jack Nicholson, sentado al borde de la cancha, dio un salto y el marcador en el estadio Staples presentó el mensaje "Esto no lo permitimos en nuestra casa".

Pero cuando sonó el silbatazo final, cayendo gallardetes púrpura y dorados del techo, el sistema de sonido del estadio sentenció: "El sexto juego será jugado la noche del martes en Boston. Esto no ha terminado".

Y es cierto, las cosas aún no se han definido y nadie puede asegurar quién será el ganador de la final de la NBA.

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